Revisamos el 𝐢𝐦𝐩𝐚𝐜𝐭𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐧 𝐭𝐞𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐞𝐨𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐦𝐚𝐫𝐤𝐞𝐭𝐢𝐧𝐠.
En 2020 la industria de los videojuegos experimentó una crecida histórica, superando al cine y los deportes juntos, en parte, reforzada por las circunstancias derivadas de la pandemia.
El 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐠𝐚𝐦𝐢𝐧𝐠 no es un mero entretenimiento, su potencial va mucho más allá. Se está convirtiendo en un mercado que mueve grandes cifras, por lo que 𝐠𝐫𝐚𝐧𝐝𝐞𝐬 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐚𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐚́𝐧 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐞𝐬𝐚𝐝𝐢́𝐬𝐢𝐦𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐩𝐚𝐭𝐫𝐨𝐜𝐢𝐧𝐚𝐫 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐩𝐨𝐬 𝐲 𝐞𝐯𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐨𝐧𝐥𝐢𝐧𝐞.
Distintos especialistas señalan que la dinámica social está cambiando, orientada, ahora, hacia los videojuegos, esto es, hacia una 𝐠𝐚𝐦𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧. Una nueva deriva social de la que no pocos empiezan a aprovecharse. Son muchos los medios que valoran las ventajas de los 𝐧𝐮𝐞𝐯𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 y es que se están dando cuenta de que su audiencia está envejeciendo.
Cuando una marca o una empresa quiere mejorar su posicionamiento debe acercarse a estos 𝐲𝐨𝐮𝐭𝐮𝐛𝐞𝐫𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐝𝐚. Estamos asistiendo a la creación de nuevos perfiles que no tienen nada que ver con otras temáticas.
Suelen ser muy rentables, con calidad de alcance, así como generadores de inversiones, impresiones e impacto.
Todo tipo de marcas están ya dentro. Movistar, Orange, Vodafone, Nike, Adidas, Coca-Cola, Carrefour, Hawaianas, Red Bull… Se apoyan en unos 𝐬𝐨𝐜𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐦𝐨𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐣𝐮𝐯𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐫 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐚.
Hoy en día, aquella herramienta útil que era el cine para la venta de marcas ha quedado eclipsada por los videojuegos. Los desarrolladores suelen ser más sutiles que en el cine. Introducir productos en el mundo virtual resulta más efectivo.
Esta práctica recibe el nombre de 𝑨𝒅𝒗𝒆𝒓𝒈𝒂𝒎𝒊𝒏𝒈 y mediante ella se pone en manos de un público heterogéneo un juego que les manda un mensaje comercial. El advergaming emplea la tecnología interactiva y el alto impacto visual para hacer llegar los mensajes de marketing.
𝐋𝐨𝐬 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨𝐬 𝐨𝐧𝐥𝐢𝐧𝐞 𝐬𝐨𝐧, 𝐝𝐞𝐟𝐢𝐧𝐢𝐭𝐢𝐯𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐮𝐧 𝐜𝐚𝐧𝐚𝐥 𝐝𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐧𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐫𝐜𝐚 𝐲, 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨, 𝐦𝐚́𝐬 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐲𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐲 𝐞𝐟𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐨.