Halloween, una querida festividad ‘invasora’ en nuestro calendario
No solo algunas especies vegetales o animales exóticas terminan colonizando nuevos territorios, tradiciones y modas que nos son ajenas calan, sin una explicación del todo clara, en el ADN de la sociedad. Las integramos y las vivimos sin más.
Las empresas, grandes, pequeñas o medianas, lo saben bien. Reconocen el valor de una tendencia que gana adeptos y apuestan al caballo ganador.
Halloween, la fiesta que se celebra el 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, se ha convertido, de la noche a la mañana, en el aliado perfecto para las marcas.
En España, y en el resto del mundo, este fenómeno suma neófitos a pasos agigantados. Las empresas son conscientes de ello y rentabilizan su atractivo, adaptando su negocio, sus ventas, sus marcas, para sacarle el máximo partido a esta fiesta pagana, de origen celta e influencias cristianas.
Halloween atrae a distintos perfiles de empresa, pero, desde el principio, fueron dos fundamentalmente las que supieron aprovechar el tirón de esta nueva práctica social, llamada a quedarse para siempre con nosotros. Los bazares, con toda su cacharrería de terror, disfraces, decoración y amplio surtido en pirotecnia y las discotecas, que vieron crecer considerablemente la recaudación de su caja apostando por una noche de miedo.
Actualmente, son muchas más las que se suben al carro y compiten entre sí por llevarse el gato al agua, es decir, por captar nuestra atención y por consiguiente aumentar sus beneficios.
Las clínicas dentales, desde hace unos años, anuncian su tratamiento contra el atracón de chuches y dulces de esos días; Netflix, HBO, Filmin o Disney+, entre otras plataformas de cine y entretenimiento, destacan en sus parrillas producciones de terror; empresas de tecnología apuestan por los mejores móviles o cámaras con los que inmortalizar tu velada más horripilante; las redes sociales potencian el feedback con los consumidores lanzando campañas y sorteos de temática espantosa; cocina, maquillaje, manicura, decoración o viajes temáticos venden muy bien y las empresas de alojamiento rural te garantizan unos días de miedo en sus instalaciones.
Estos son solo algunos ejemplos. Te invito a pasear por las calles de tu ciudad y descubrir qué comercios utilizan Halloween como reclamo en sus escaparates.
Halloween es un fenómeno social que ha traspasado fronteras y por lo tanto se presenta como una oportunidad indiscutible de éxito para las empresas.